Saltar al contenido

Reseña Histórica

Durante años los recicladores han sido menospreciados por la sociedad, por alguna razón de orgullo y ego las personas juzgan y evalúan a alguien por su labor y empleo, asocian a los recicladores como drogadictos, ladrones, vagabundos y personas que no son importantes para la sociedad, pero nadie ve el trasfondo de la labor de los recicladores. Las siguientes preguntas son fundamentales para darnos cuenta de que como ciudadanos nos falta demasiado para poder convivir en conjunto y la falta de empatía a nivel personal y de comunidad:

¿Qué aportan los recicladores a mi ciudad? ¿Si reciclo desde mi casa, les optimizo la labor? ¿Todo lo que boto a la basura y se lleva el camión realmente es basura? ¿A dónde termina todo lo que desecho? ¿El reciclador de mi barrio tendrá familia?

Para contestar a estas preguntas solo basta con ser una persona razonable, que entienda que las oportunidades no son las mismas para todos y que con pequeños cambios constantes y repetitivos se puede mejorar el mundo día tras día.

Gran parte de lo que desechamos es reciclable y puede tener una segunda vida, con el proceso correcto las empresas especializadas reutilizan botellas plásticas o de vidrio, también las bolsas plásticas, el cartón, el archivo, una lista completa de residuos sólidos que comúnmente utilizamos y consideramos que no sirve; aunque en Bogotá ya están concientizando el uso de la bolsa blanca aún falta demasiado para que las personas se den cuenta del impacto ambiental y social que provoca no reciclar desde los hogares, sin los recicladores el reciclaje seria basura y todo terminaría en el botadero de la zona, en el caso de Bogotá “El botadero de doña Juana” toneladas de residuos sólidos a la semana que terminarían en un solo lugar haciendo que el botadero se consuma con más velocidad por cientos de años, por ejemplo una botella de pet puede tarde en descomponerse 1.000 años y una bolsa plástica 150 años; ¿Qué esperamos los seres humanos dentro de unos años? ¿La extinción? Ahora no todas las botellas terminan en los botaderos, lamentablemente las personas no fueron educadas para guardar sus propios desechos en la mochila, bolsillos o esperar a encontrarse con un basurero para deshacerse de los residuos, optan por botarlos en la calle, en un parque, en la plaza y muchos de estos decechos pueden terminar en un rio, en las alcantarillas, en lagos o lagunas sin darse cuenta contaminan y ensucian el lugar donde habitan, contaminando millones de litros de agua potable… “¿Qué daño puede hacer una botella?” Es la frase que miles de personas se dicen a sí mismas antes de dejar sus desechos en la calle. Recuerdan que al inicio les mencione que para entender la gravedad del asunto se necesita ser empáticos y un poseer un gran nivel de razonamiento para entender que ahora no es solo una botella, son miles de residuos sólidos vagando por las calles de la ciudad esperando un solo destino; claro que este destino puede ser evitado gracias a una comunidad que se encarga de este problema… así es estoy hablando de los recicladores de oficio, personas que durante su labor se encargar de recoger y remediar lo que las personas desechan. La labor tiene varios procesos que les mencionare ahora:

  1. Uniformarse adecuadamente con mascarilla, guantes, botas y overol son los implementos básicos para proteger la salud del reciclador.
  2. Preparar el medio de transporte de recolección que tenga para la ruta, en muchos casos utilizan un carrito de mercado, una carreta, un bicicarrito o incluso una carretilla y con muchos costales y bolsas alrededor del medio de transporte se preparan para ir hacer su labor.
  3. Cada reciclador posee una ruta de recolección única, recorriendo barrios y calles donde ya lo conocen y en muchos casos los esperan para entregarles el material (así como también esperamos a los operadores de aseo para sacar la basura es necesario saber el horario del reciclador de oficio para entregarle el reciclaje).
  4. El reciclador recolecta el material aprovechable (lo revuelve o lo separa) varia de como trabaje, generalmente trabajan los días donde el operador de aseo pasa para recolectar la basura de su área.
  5. El reciclador debe tener un lugar establecido y suficientemente amplio sin invadir la vía pública para almacenar el material y/o seleccionar cada material, lo más limpio posible, separado correctamente, generalmente hacen este procedimiento al día siguiente de la ruta de recolección.
  6. Cuando tienen todos los materiales debidamente separados los encarran en el vehículo que utilizan para recolectar y los llevan en este caso a la “Asociación de reciclaje” donde es debidamente pesado y se compra cada material por kilo.
  7. El reciclador recibe el pago por su material, generalmente demora entre 20 minutos a 2 horas dependiendo de la fila que para vender.
  8. Regresa a casa y alista todo para el otro día hacer una nueva recolección de material, al menos de que tenga otras rutas de recolección o fuentes de aprovechamiento en conjuntos y deba ir a trabajar.
  9. El reciclador nunca tiene vacaciones, porque todos los días las personas consumen, y viven del día a día y depende del trabajo de ellos, de lo que se esfuercen y la disciplina que le tengan a la labor para conseguir buenas recompensas en pago.

El trabajo del reciclador no es fácil y es fundamental para la ciudad y sociedad, evita que miles de toneladas al mes terminen en el botadero de la ciudad o en los ríos, evitando contaminación ambiental, cientos de años en descomposición de residuos sólidos; ellos hacen lo que nadie quiere hacer, el esfuerzo de los recicladores no es reconocido ni valorado. Reconozcamos la labor de estos héroes ambientales y como sociedad colaboremos para salvar el planeta y valorar a los recicladores, reciclemos hoy por un mañana…